Mediometraje, Ficción, 1937
Un millonario provinciano muere dejando testamento. Lega su fortuna a Pepe, un sobrino limeño que lleva una vida muy cómoda. Pero el testamento contiene una condición: Pepe, debe casarse con una prima suya, radicada en Huancayo, a la que no conoce. Pepe, que es un limeño recalcitrante, imagina que la prima es una chica serrana, "con la cara redonda como una luna". Como la herencia consiste en una hacienda valorizada en más de un millón de soles, aceptar el legado supone residir en Huancayo, a lo que Pepe tampoco está dispuesto. Decide renunciar a la herencia.
Carmen, la prima, se entera en Huancayo de la decisión de Pepe y, muy ofendida por el desaire, trama un castigo para él. Viaja a Lima y llega a casa de Pepe haciéndose pasar por una cocinera recién llegada de la Sierra. Una vez instalada en su "empleo", Carmen suscita el interés de Pepe que decide al fin besarla. La chica regresa de improviso a Huancayo. Pepe va a buscarla entre las vendedoras callejeras de la feria dominical de Huancayo, aunque sus esfuerzos son inútiles. Encuentra casualmente a un familiar que le invita a una fiesta en su casa. Allí escucha una voz femenina que entona una canción. Descubre que es Carlota, pese a que todos le aseguran que en realidad se trata de Carmen, la prima que él rechazó. Creyéndose víctima de una alucinación, bebé desconsolado. Carmen, compadecida del estado de Pepe, decide vestir el delantal y la cofia que la identifican como empleada de la casa limeña. Pepe pide perdón y besa a su futura esposa.
(Un cine reencontrado, Ricardo Bedoya)
De doble filo
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Lima (Lima, Perú)
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Blanco y negro