Mediometraje, Ficción, 1913
El escritor Edmundo Alamares se enamora de su prima María Olmedo, alumna de su padre. Fernando, el hermano de María, no tolera el comportamiento excéntrico de Edmundo, que trabaja todo el día, alejado de distracciones. Un día, María invita a Edmundo a una fiesta en la casa de la condesa Varielle Landry. Pese a la brillantez de la recepción Edmundo se aburre. Al llegar María, Edmundo la lleva a un salón apartado y le pide que lo acepte como novio. María responde que aún no es el momento, pues para vencer la oposición de su hermano es preciso que él se haga de un nombre conocido. El enamorado, sin embargo, se empeña en colocarle a María un anillo de compromiso.
De pronto llega al lugar Fernando, que se arroja con violencia sobre Edmundo. Luego de luchar, Edmundo deja exánime a Fernando. María constata que Edmundo ha perdido la razón. Pedro Alamares, padre de Edmundo, le pide a un amigo médico, el doctor Agarra, que se haga cargo de la curación del hijo, a cambio de una asignación de 200 libras mensuales. El médico, hombre ambicioso, decide aceptar la oferta. Aconsejado por su amigo Pepe Pamplinas, lo secuestran en un manicomio y disfrutan de la renta. En el momento del secuestro, María, oculta detrás de la cortina, observa el comportamiento del médico.
En el manicomio, Edmundo, obsesionado con la idea de escapar, despierta la simpatía del médico guardián y de la hermana de caridad encargada de su custodia. Un día, Edmundo logra fugar.
Mientras tanto, el médico y su amigo Pamplinas se dan la gran vida, en paseos con damas de la sociedad.
Edmundo, ya en libertad, encuentra a María en el restaurante del parque de la exposición. Planea la forma de desenmascarar a los impostores. Lo hacen en el curso de una cena en casa del padre de Edmundo, secundados por la amiga Lola. Luego de lo cual, Edmundo se reconcilia con Fernando, mientras se anuncia el matrimonio de los jóvenes (Fuente: resúmenes periodísticos de la época).
Del manicomio al matrimonio
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